DON SATA EL REY DE LOS ESTEROS

En el puerto llamado el "Botón de Oro y Géminis", al pescador más viejo que trabajaba en ese sitio desde que fue sólo el cogollo de un chorrillo, le decían Don Sata el Rey de los Esteros, por la infinidad de conocimientos que poseía acerca del manglar, su edad se perdia en la bruma del tiempo, pero su sabiduría era real y valiosa para conocer en toda su dimensión ese fabuloso lugar.
Su verdadero nombre era Eustaquio, pero ningún pescador lo llamaba asi, salvo al estar frente a él por el gran respeto que le guardaban, a pesar de los muchos años de vejez que le calculaban, su cuerpo no presentaba ninguna huella de haber sido maltratado por el tiempo, al contrario se mantenia tan activo que superaba en energías a un joven de veinte años; cuando remaba parecía que a su canoa le salían alas al navegar en el agua a increíble velocidad, como si le hubiera instalado un motor fuera de borda.
Algunos pescadores creían que Don Sata tenía pacto con el diablo, pues ellos no se explicaban como era posible que viviera tanto, si la mayoría de los que comenzaron trabajando conjuntamente con él, ya estaban muertos de viejos, y si quedaba alguno vivo debería estar postrado en su cama, porque lo» más jovene» que llegaron después al estero, habían envejecido tanto que ahora los ayudaban hasta para subir a sus canoas.
Usando la señal de la cruz como ente divino, éstos hombres juraban, que cuando ellos eran niños y lo vieron por primera vez en el puerto ya tenia ese aspecto, consideraban que su añeja longevidad trabajando en el manglar era eterna, por eso sabiatanto y conocía todos sus secretos con precisión matemática, en cuanto} ha fechas, horas y segundos sobre el desarrollo de la vida de las especies que habitaban en ese ecosistema, de igual manera los procedimientos que le permitían capturarais mejores.
Además de eso comentaban que su ancianidad no era ningún impedimento para lucir su fuerza y destreza remando porque los ganaba a todos, la misma que iba acompañada de la suerte que tenia para la pesca, a él sólo le bastaba tirar el anzuelo al agua asi sea con "Arañitas Mangleras", y al ratito asombraba a cualquiera al jalarse unos enormes pescados de los sitios menos inesperados del estero.
De ese grupo varios afirmaban, que hasta sus discípulos el Ñato José, Artemio, Morocho y "Mil Amores", destacaban en ese oficio al haberles enseñado a los tres
primeros los secretos de la pesca con ritos satánicos, por eso ellos manejaban tantos cordeles con sus manos y pies que daba la impresión que tiraban espineles alrededor de su canoa, donde su habilidad no tenía limites para dominarlos, porque hasta en la boca se colocaban uno cuando la picada era buena, No contentos con esto hablaban a los cuatro vientos, que al último de ellos para que se convirtiera en un gran extractor de mariscos una noche le pidió al diablo, que le escupiera las manos para que se le endurecieran más que el acero, ese era el motivo por el cual sacaba más "Conchas Negras", que cualquier otro "Conchero", hasta de los altíales más duros del manglar, cuando él se metía por esos lares y levantaba las raíces de los mangles, las conchas brotaban desde el fondo del lodo como por arte de magia.
La verdad que cubría misteriosamente como un enigmala vida de Don Sata, era que desde muy niño se inició trabajando en el manglar al ser llevado por su padre para que lo ayude a recolectarlas inmensas riquezas hidrobióticas que se encontraban en el interior de su intrincada vegetación, de ese modo apoyó a su familia en los albores de su niñez paliando en algo su inmensa pobreza, Con el transcurrir del tiempo aprendió a descubrir los secretos, que rigen la vida del manglar a través de muchos años de largo trajinar por su suelo fangoso, que lo llevó a conocerconexactitudeiflujodelasmareas, el lugar y la hora de mayor abundancia de fitoplacton y camarón asi mismo la afluencia de peces en esos sitios, los "Bajiales" y "Altíales" que permitían reproducirse rápido a las conchas negras y crecer más grandes a los cangrejos rojos, las zonas que con frecuencia anidaban las aves, las planicies donde se instalaron los primeros puestos de vigilancia policial y aduanera, los pobladores que hicieron "Chacras" en la Isla Matapalo y laEnvidia en cuyos bordes sembraron una hilera de plantas de "cocos" como recuerdo que allí cultivaron, el nombre de cada chorro y accidente geográfico que tenía, la forma como se produjo tos combates en la guerra del 41 donde participó activamente en las batallas guiando a las tropas peruanas por los esteros, los espeluznantes retatos de pactos con el Diablo que tuvieron algunos pescadores y la aparición de fantasmas que asustaban a los "taperos", demostraba su sapiencia al saber todo sobre el manglar.
Pero las historias de carácter diabólico que ciertos pescadores le inventaban, hacian de él un personaje de apariencia satánica, que no mellaba en nada la profunda estimación que la mayoría sentía hacia su persona por la increíble grandeza de su alma y su honradez a toda prueba, cuyos actos determinaron que lo veneraran como al insigne maestro que siempre los asesoraba a mejorar sus métodos de pesca con virtiendo! o con el paso de los años en un símbolo sagrado de ese puerto.
Ninguno de los pescadores dudaban en afirmar que Don Sata, amaba e! manglar con pasión infinita y lo cuidaba celosamente más que a un tesoro, porque era la razón de su existir, pese a que pasaba todo el día en sus esteros no podía estar lejos de él, apenas los gallos cantaban se despertaba y esa madrugada no fue la excepción, se levantó más temprano que de costumbre, preparósu desayuno y lo acomodó en la alforja con los enseres de pesca, de prisa le echó aire a las llantas de la bicicleta y partiórumbo al puerto.
Los tiempos modernos lo habían obligado a cambiar a su inseparable burro el "Garañón" por la bicicleta, al llegar a su destino la arrecostó sobre un tronco, juntó varias ramas y encendió una fogata para correr a los zancudos mientras se cambiaba de ropa, cuando estuvo listo vació un poco de petróleo en su mano y se untó la cara y los brazos para ahuyentar a los Jen-jen, cogió la atarraya y se dirigió al dren a sacarla carnada que necesitaba para su diaria faena.
La luz de la fogata alumbraba la oscura noche que se cemia sobre la copa de los mangles, el ruido producido por el traqueteo de dos bicicletas y la conversación entre los tripulantes, hizo ladrar a los perros de las camaroneras que salieron a toda carrera a morderlos, al verlos que se le venían encima tomaron los machetes y a punta de planazos lograron espantarlos, pasado el susto remiciaron la marcha hacia el puerto, los hombres que las manejaban eran "Mil Amores" y "Juan délos Puntía", "Mil Amores" era un conchero que había sido
discípulo de Don Sata, sus amigos lo apodaban así porque decia, que en su cuenta llevaba anotado más de mil romances a pesar de estar casado y hablaba de cada uno de ellos en todas sus conversaciones, afirmaba que sus santitos lo premiaron a la hora de nacer al darle ese encanto irresistible que atraía a las mujeres volviéndolas locas de pasión, las mismas que ansiosas lo buscaban para estar en sus brazos suspirando de amor por él, aquellos que loescuchaban narrar sus aventuras amorosas, comentaban que para igualar esa proeza solamente se podría realizar teniendo dinero en abundancia o haciendo un pacto con el Diablo, pero ante la fama de haber sido ex alumno de Don Sata, no tes extrañaba que cargara algún filtro mágico que le permita lograr eso.
"Juan de los Puntía", no tenía oficio fijo en el manglar, todo lo que sabia se lo habia enseñado su padre, se caracterizaba por ser conchero, tapero, mejillonero, larvero y algunas veces se metía hasta de cangrejero, su forma de
trabajar era desconcertante porque cambiaba de faena en cada aguaje, esto lo diferenciaba de los demás que se dedicaban a extraeruna sola cosa.
Pese a la penumbra del amanecer conducían velozmente sus oxidadas bicicletas que rechinaban al desplazarse por el accidentado camino, al divisar la candela, intrigado "Juan de los Puntía" le preguntó a "Mil Amores"_ ¿Quién será el qué ha prendido fuego a estas horas en el puerto?.
Bostezando de sueño "Mil Amores" le contestó _ Debe ser algunos de los que han hecho "rodeo", puede ser "Ciríaco" o "Santos" con el "Chino Preciado", que están
esperando el carro para que los lleveaZarumilla.
Lentamente fueron acercándose a la llamarada, al detenerse frente a ella vieron varias cosas cerca del improvisado fogón, curioso "Mil Amores" las revisó para saber de quien eran; sorprendido exclamó jMira Juan! Que confiado es Don Sata ni siquiera le ha puesto candado a la bicicleta.. .¿A donde se habrá ido que ha dejado todo aquí?.
Tirando a un lado su alforja "Juan de los Puntía" encendió un cigarrillo, después de paladear el sabor del tabaco le respondió _ Seguro que está sacando carnada, deja de preocuparte por sus cosas y apresúrate en cambiarte de ropa porque nos gana la marea para salir del dren.
Al oirel sonido de utías pisadas que quebraban a los "vidríales" dejaron de conversar y voltearon a mirar a la silueta que se acercaba, en una mano traía un balde y en la otra la atarraya que chorreaba agua, al mismo tiempo ambos la saludaron _ ¡Hola don Eustaquio!.,. Se ve que ha madrugado.
Colocándose en el humo para correr a la nube de zancudos que lo seguía Don Sata les contestó _ La necesidad lo obliga a uno muchachos, cada día que pasa esto se pone peor, si te duermes los "atarrayeros" no te dejan nada de carnada, éstas camaroneras han malogrado todo al vaciar los desechos putrefactos de sus pozas a los esteros, la gran cantidad de sustancias tóxicas que lleva pudre el agua limpia que tienen, poniéndola amarilla que apesta, esto no deja que sobreviva la larva de camarón como antes que se criaba sanita después de cada aguaje, El diálogo fue interrumpido por "Juan de los Puntía", que enfadado les llamó la atención _ Apúrense que ya mismo se seca el dren, en el camino seguimos conversando, ai escucharlo "Mil Amores" se encogió de hombros y empezó a ayudarle a tirar la canoa a Don Sata, evitando con cuidado que la popa no se mande a pique al chocar con el agua.
Cuando terminaron desganadamente "Mil Amores" se subió en su embarcación y le preguntó a Don Sata _ ¿Es cierto Don Eustaquio que los marineros y los guardias a partir de la próxima semana no van a dejar que nadie trabaj e en los esteros?.
Aspirando el aire salobre que la brisa traía Don Sata le contestó _ Esa es la noticia que hemos recibido nos han informado que se han quejado a Lima de que estamos arrasando con el manglar; todo esto es una patraña para cubrir las apariencias, porqué no les dicen nada a los camaroneros que son los que han destruido este ecosistema, antes que ellos llegaran daba gusto pescar en los esteros tenian una gran profundidad, hallabas diferentes tipos de peces, daba miedo meterse solo con la marea llena, por donde quieras veías bufeos, tortugas, rayas, meros, pargos y tiburones que median hasta ocho metros, aves que deslumhraban con sus colores, patos arroceros y cuchibibes para matar por cientos en los charcos de laEnvidia, camarón para sacar por "Jicradas" en las pozas de la Isla Matapalo y los cogollos de los chorros, conchas, ostiones, cangrejos y mejillones para llenar sacos, cocodrilos que atemorizaban al verlos asoliándose en las orillas.
Sin embargo esa gente que se ha quejado nunca ha salido aprotestar contra estas empresas por el tremendo daño que le han ocasionado al manglar, en cambio nosotros si lo hemos hecho denunciándolas ante las autoridades, exponiéndoles el peligro que coma si continuaban construyendo pozas y drenes en su zona de amortiguamiento, hoy el tiempo nos ha dado la razón porque las consecuencias de este desastre están a la vista, al desbordarse los ríos y las quebradas han depositado tanta tierra en sus Esteros que ahora ni siquiera necesitas canoa para cruzarlos como antes, donde los pocos peces que entran lo hacen con marea, los mangles se están muriendo al ser atacados por diversas plagas, los cangrejos
sin boca, los cocodrilos, la nutria, los ostiones y las langostas ya se extinguieron, con esta hondura que tienen ni "tamborines" encuentras con la marea seca para entretenerte rajándoles la panza para sacarle los anzuelos, es tan grave la situación que en poco tiempo las conchas negras, los cangrejos rojos y los mejillones correrán la misma suerte de las otras especies que ya desaparecieron.
Si analizas ésta denuncia de la que hemos sido objeto comprenderás que hay mano negra, por eso no debemos confiamos de esa gente, son peor que alimañas ponzoñosas para defender sus intereses y una muestra de lo que son capaces es que ya nos están echando la culpa que somos los que destruimos el Manglar, como si no supiéramos que de esta manera quieren proteger a los verdaderos culpables de la venta de estas tierras para que hagan camaroneras, las mismas que se han construido sin ningún criterio técnico ni estudio de impacto ambiental para que no afecten a la vida que se desarrolla en esta zona,Menos mal que nuestros dirigentes ya están luchando ante las autoridades para demostrar que nosotros no tenemos nada que ver en el asunto, porque somos simples extractores artesanales y los únicos instrumentos que utilizamos son pequeñas canoas, anzuelos y unas cuantas redes viejas, además esto constituye la única fuente de trabajo de la que hemos dependido siempre por generación es y no la abandonaremos jamás fácilmente.
Entusiasmado por las declaraciones de Don Sata, "Juan de los Puntía" le dijo _ : jDon Eustaquio! ... su conversación sobre el problema que afecta al Manglar es muy interesante, pero para poder seguir dialogando acerca del tema es necesario que reme más despacio, ya me duelen los brazos al tratar de ir juntos.
Riéndose Don Sata le contestó _ Lo que pasa "Juancito" es que no tienes fuerza para bogar, si fueras el Ñato José, Artemio oMorocho ya deberías estar
conchando en las "Almerjas" o "Las Vacas", tomando en cuenta el tiempo que llevas remando en esa canoa 1 i vi anita, Secándose el sudor que le corría por 1 a cara "Juan de los Puntía" le dijo _No sea malo Don Eustaquio como se le ocurre compararme con ellos, yo estoy en desventaja porque dicen las malas lenguas, que usted les ha presentado el diablo para que los ayude a trabajar en el estero, es por eso que tienen tanta fuerza que supera a la de cualquiera de nosotros, la misma que va acompañada de la fantástica suerte que poseen para pescar, es que como si algo sobrenatural les amarrara a los pescados, apenas tiran el anzuelo o sus redes al toque atrapan a los más grandes, para demostrarle lo que digo, basta mirarle las manos a mi compañero "Mil Amores", saca tanta concha que es imposible que alguien lo iguale, parece que tuviera un imán en los dedos para cogerlas asombrosamente ellas se te meten sólitas a la "Jicra" con solo tocarlas.
Moviendo la cabeza disgustado Don Sata te respondió _ [Juan! ... esas son puras mentiras que tu y la gente del puerto hablan, lo que pasa es que todavía no
aprenden que primero deben conocer el ciclo vital de las especies que viven en el manglar, donde su existencia depende de la caída de las hojas del mangle que son descompuestas por millones de microorganismos que las aprovechan con el flujo de las mareas, de esta forma ellos obtienen los nutrientes que necesitan para poder sobrevivir y a su vez sirven de alimento a otros animales dentro de una compleja cadena alimenticia, para saber la secuencia solo hay que seguirlas hacia los lugares donde comen, es por eso que me decepcionas al comprobar que te causa admiración observar a quienes le sacan provecho a esto y apenas los ven
cazar a las mejores, como viejas chismosas se reúnen para decirque Satanás es el que los ayuda acogerlas.
Al verlo molesto a Don Sata, "Juan de los Puntía" dejó de hablar y se limitó a mirarlo remar hacia la puntade la "Poza del Toro", donde ancló su canoa y comenzó a ponerle carnada a los cordeles, sin pérdida de tiempo los lanzó al remanso que hacía la comente.
"Mil Amores" le hizo señas a "Juan de los Puntía" para que se acerque a prudente distancia y poder contemplarlo pescar un momento, la forma como iniciaba su
tarea era un ritual que dejaba impresionado a cualquiera porque no pasó ni un minuto desde que tiró los anzuelos, cuando la "boya" de uno de ellos saltó de un chicotazo afuera de la canoa, con un movimiento felino Don Sata la agarró en el aire y empezó a "Soguearlo" con tal habilidad que no le quedaba templado el cordel a pesar que zumbaba, parecia que el pez se lo rompía por los remolinos que hacia luchando para zafarse del garfio que lo aprisionaba, sin esfuerzo logró cansarlo y en la primera oportunidad que asomó la cabeza con el palo de matar "Bagres", le dio un garrotazo que lo hizo flotar en la superficie del agua, sin perder un segundo le metió la mano derecha en las agallas y lo alzó con dificultad aventándolo debajo del asiento de 1a popa.
El pez que se había jalado era una enorme "Corvina", conocida como "Pico de Oro" por el color
amarillo que tenia su boca, de inmediato Don Sata le sacó el anzuelo y enrolló el cordel en la "boya", se quitó el sombrero y levantó los brazos al cielo, acto seguido se santiguó agradeciendo a Dios por la pieza conseguida, después de persignarse emitió su clásico grito de alegría "Dame otro pez otra vuelta" cuyo eco retumbó en el manglar asustando los pájaros que volaron precipitadamente de las ramas, según la creencia de los pescadores ese grito aterrador que siempre daba al sacarse el primer pescado era su cabala secreta por medio de la cual invocaba al diablo para que le engarzara en el anzuelo a los peces más valiosos que entraban a comer al estero.
Caminando con cuidado para no hacer ruido, Don Sata se sentó en la proa y le dijo a "Juan de los Puntia",[Muchacho! ... esta es la manera como me saco a los
pescados no hay nada de extraño en ello, ni menos esas cosas misteriosas de carácter diabólico que tanto habla la gente, lo único que se debe hacer es ubicar la marea precisa y calcular la hora exacta en que pasan a buscar su alimento.
"Juan de los Puntia" lo miró de reojo y luego le comentó incrédulo a "Mil Amores" _ A mi nadie me quita de la cabeza que Don Sata si tiene pacto con el Diablo, no es posible que cada vez que lo veo pescar a! tirar el primer anzuelo al agua siempre jala uno grande, si no es una "Corvina" es un "Pargo" o un "Robalo", nunca se le prenden "Roncos" o "Tamborines" como a los otros, eso ya no es casualidad, ni tampoco creo que sea por las mareas para hacer eso tiene que haber algo, pienso que la clave de su éxito está en esos cordeles que le ha dado el demonio.
Como impulsado por un resorte "Mil Amores" cogió su remo y se puso a bogar molesto por lo que acababa de escuchar, luego de una pausa le dijo_ jJuan!, - - lo que tú y el resto de pescadores opinan al respecto carece de fundamento lógico, cuando comprenderán que Don Sata conoce a los esteros como la palma de su mano, a! Recorrerlos durante toda su vida no es raro que calcule con precisión absoluta la hora exacta donde comen los peces más grandes, para mí eso no es cosa del demonio, ni siquiera puedo afirmar que es suerte, esa es la experiencia que él ha acumulado al trabajar diariamente en esta zona.
Lo mejor que pueden hacer es quedarse callados y no seguir hablando barbaridades al atribuirle cosas que sólo existen en su imaginación, y más bien deben tratar de aprovechar la importancia de sus conocimientos en beneficio de la conservación del manglar que es nuestro centro de trabajo, porque el dia que muera su vegetación se marchitará de pena, según cuentan los antiguos los animales y las plantas también tienen sentimientos y lo extrañarían si faltara alguna vez» debido a que jamás aparecerá un hombre con esos ideales conservacionistas que lo defendía de la codicia de las camaroneras, pero a pesar de su titánica lucha proteccionista lamentablemente no está lejano el dia en que ellas terminen con todo esto.
Preocupado por la probable situación que se avecinaba "Juan de los Puntía" le preguntó temeroso_ j "Mil Amores"'.., ¿Tú crees que eso sucederá algún dia?.
Después de guardar un sepulcral silencio "Mil Amores" le respondió _ Yo creo que sí, tal como se están dando las cosas en poco tiempo perderemos esta fuente
inagotable de riquezas, al no seguir el ejemplo de Don Sata, que luchó durante décadas para que aprendiéramos a extraer sus recursos racionalmente, pienso que hoy es nuestro tumo de controlar su depredación, porque sino reforestamos las partes dañadas y no rellenarnos los drenes de las camaroneras abandonadas el manglar continuará sedimentándose, y las especies que viven debajo de sus raices se extinguirán al no encontrar las condiciones favorables para su desarrollo, asi mismo desaparecerá para siempre la mítica figura de Don Sata y sólo nos quedará el recuerdo de su sabiduría para pescar como mago en sus esteros.
Al oír esto un escalofrió tétrico le recorrió la columna vertebral a "Juan de los Puntía", erizándole la piel de miedo, con torpeza se secó las gruesas gotas de sudor que perlaban su frente al recibir los inclementes rayos solares, a pesar que el calor infernal lo deshidrataba angustiado vio el vuelo de las tijeretas que revoleteaban sobre su cabeza en busca de alimento, su corazón se desgarró de tristeza al escuchar el canto de los "Tordos mangleros", cuya melodía le humedeció los ojos de pena al ver que su habitat se desmoronaba como un castillo de arena, a medida que las perlas de nácar resbalaban por sus mejillas con dificultad veía a su compañero "Mil Amores" remar en la proa de la canoa, que navegaba rompiendo las olas que el viento hacia sin cesar en el estero, el mismo que al ir enterrándose aceleradamente poco a poco moría.
AUTOR :MANUEL AÑASCO RUIZ